Torre la Sal es como un pequeño oasis donde la vida transcurre siempre tranquila y los atardeceres parecen más coloridos y brillantes. Es lógico que me escape por allí de vez en cuando para empaparme de la magia de sus rincones y es que hace apenas un par de días vi que a última hora de la tarde el cielo empezaba a cambiar de tonalidad y decidí dirigirme allí en busca de unas imágenes que inmortalizaran el momento y el lugar.
Genuino pueblo marinero.
Treinta y siete minutos, es el tiempo «mínimo» para descubrir este lugar, ya que estoy segura que tardarás mucho más, será imposible no pararte, contemplar y disfrutar del paisaje. Desde nuestro apartamento y paseando por la playa encontrarás zonas aún vírgenes desconocidas por los turistas.
Torre la Sal es un pueblo marinero de tan solo dos calles, una de ellas frente al mar. Casas de construcción baja, casas como las de antes! . El primer día que llegué y lo ví, deseé y envidié a sus dueños, ¡que calma, que paz!,